viernes, 14 de noviembre de 2014

Crónicas carnívoras desde Uruguay.

Todo son risas hasta que en la información técnica lees acerca de dos plantas/árboles que producen reacción alérgica al tocar la piel de algún suculento orientador que pase por ellas, o todavía peor, tres tipos de víboras venenosas que pueden haber en la zona de carrera.
La competencia (No de RunAway) empieza en la misma zona que el model event de ayer, en el cual, no nos metimos muy dentro porque habían zonas con "demasiado verde", hoy no quedaba otra, hasta el fondo. Voy avanzando por una primera parte de muchos cultivos de trigo, esparto y varios matojos no identificados, siendo muy difícil y doloroso correr por ellos, saltando cual canguro llego a la zona de bosque que esperaba poder correr algo más, qué insensato. Únicamente se podía avanzar por caminos abordados de maleza, muy poco visibles. La velocidad no es elevada, pero voy sumando controles sin fallar, para continuar, la vegetación me conduce hasta un pequeño lago por el cual debía pasar si quería llegar al control, me lo pienso varios segundos, y pese a que el agua era de un color amarronado y no sabía la profundidad, decido saltar para cruzarlo, toco fondo con el pie, pero el agua llega hasta el pecho, agarrado a varias ramas consigo salir, muy asustado por el momento, pero entero. 
Me dirijo hacia el último tramo de bosque, de esos controles "técnicos" (árbol asilado en verde3), decido asegurar y dar una gran vuelta por el cultivo, pero no sirvió de mucho, 19 mins en un tramo de 3', en el que me encontraba dando vueltas y atrapado en el verde. El objetivo era acabar como fuese, entre cultivo y más cultivo encaro la recta final y cruzo la línea de meta, 1h24' en 8,5km-80 desnivel. Una de las carreras más salvajes hasta la fecha, sin duda. 
La selección va llegando, y entre arañazos, ronchas, picores y demás van surgiendo anécdotas: -"Chaval, yo al cruzar el verde de la vía del tren me han aparecido como unas abejas asesinas y se han colocado en mi brazo, me he puesto a chillar y he salido pitando de allí".
Una gran experiencia más, y contento de estar escribiendo esto. Alguno no ha tenido tanta suerte y ha tenido que ser trasladado al Hospital con un torniquete en la pierna, debido a una picadura ( no de la cobra gay precisamente).

Mañana será otro día. Todo es orientación, dicen los sabios.