Diario de unos Mc Colivencos

Después de una pachanga a basket a lo Jordan, la comida nos esperaba en la Mandac-Caloracan’s house, arroz para variar, pero esta vez sin coliflor.

Tras coger cuatro buses para llegar al aeropuerto (No estamos para gastar en taxis), llegamos a la cola de facturación. Antoñiko con sus 25 kg tuvo que ceder a Oscar dos de sus bienes más preciados, las mizuno.

Mientras Antoñiko cenaba cacahuetes Oscar devoraba una double-double burguer sin piedad, no sería la última del día.

Una vez en Zurich (9 am), necesitábamos contactar con los fedo-boys para hospedarnos en su hermosa mansión. No había ningún enchufe libre para el portatil, por lo que desconectamos “por error” unos ordenadores de prepago, provocando la ira de un Sr Alemán, que depositó los ahorros de su vida en aquel aparato. Después del fedo-fracaso, intentamos contactar con nuestro archienemigo Iván Ramal para informarnos sobre los Buses para volver a nuestro garito, nos dimos cuenta de que lleva tres días desaparecido del mapa, ¿Andandará?

Para reponer fuerzas asalto al Burguer King por parte de Antoñiko y a continuación una cabezadita… próxima parada Madrid.

Nada más aterrizar, sin transporte que nos lleve a los Oniles ni ningún lugar para cobijarnos, decidimos pasar la noche en el aeropuerto (No es la primera ni la última vez), eso sí nos mudamos de la T2 a la T4 para poder gozar de un suculento Big Mac rico en calorías. Después de la cena, tras un cartel de MoviStar y debajo de los paneles de vuelo, nos atrincheramos en compañía de unas canadienses y de taladreitor 2000. Durante 2 horas plagadas de intentos fallú-fallídos de dormir, Oscar se levantó a proseguir con su lectura en Inglés (2 am), después unos partidillos al pro’ (3 am) y posteriormente asalto al McDonalds versión 4.8 (4 am) para desayunar Oscar un Happy meal (Con Fiona como regalo) y Antuan un Menú McRoyal con sus patatas deluxe.

Ahora partimos hacia Atocha (5 am), para coger un tren, o no…

Escribiendo en Directo (5:22 am), después de comprar los tickets del metro, escuchamos una educada melodiosa voz que susurraba: -El metro no empieza hasta las 6:00… - Ohh SHIT !! Creemos que tendremos que coger el tren de las 9 no el de las 7 am, o dormir en el fedo-piso, ah no que no están. ¿Qué haremos en el tiempo restante? Otro McDonalds? Nadie puede desir q no…

Al final todo salió peor de lo esperado: No llegamos a tiempo al de las 7 am, y para el de las 9 solo quedaba 1 plaza… por lo que tuvimos que esperar hasta el de las 2 pm, puff que tostón,6 horas en el metro sin hacer nada, en fin, a las 6 pm sin más, por fin en casa.