Back in black

Y, creyendo que  si alguien me seguía petaría, me puse a tirar a los 500 metros. Al principio vinieron todos detrás pero, al poco tiempo, ya era cosa de dos. Iba tirando fuerte, pero aun quedaba mucho.
Al dar media vuelta, me cuesta volver a arrancar y paso a un segundo plano. Ahora soy yo el que va detrás intentando aguantar. Vamos muy fuerte y parece que cedo unos cinco metros, pero aprovecho una pequeña bajada para que todo quede en nada. Tras la bajada se frena un poco y nos miramos. Decido seguir tirando, cojo los mandos del tren y decido subir con fuerza la última cuesta arriba para lanzarme sin miedo en la cuesta abajo más empinada y difícil que viene tras la cuesta arriba que empezaba en ese instante. Todo va bien, pero al finalizar la cuesta abajo me veo sin fuerzas para seguir tan rápido, intento fallido.
Quinientos metros llanos, y entramos en la senda: último kilómetro. Nos cruzamos a un par de conocidos, pero no nos damos cuenta hasta que los hemos pasado. Voy segundo y no se si conseguiré aguantar. Está bastante oscuro y me cuesta ver, intuyo en mi compañero los obstáculos del terreno. Seguimos así y llegamos al final, frenamos y esperamos al resto de compañeros.
-buah hemos ido rápido, no?
-claro!! 12:34 en cuatro kilómetros.
-mira ya están ahí.
-¿Cuanto habéis hecho?
-12:34
-¿Y quien ha llegado primero?
-Nadie hemos llegado juntos, es solo un entrenamiento.

Vuelvo a casa y con ello, los bomba se juntan. Hacía tiempo que no hacía un entrenamiento así.
-¿y el ritmo?
-3:08 min/km
-no está mal, no?

p.d:
"Toda carrera desesperada que se precie a través de las páginas corruptas, ha de tener parada y fonda obligatoria en la esquela de un enemigo. Copular y defecar en su memoria y, en nuestra despedida, ofrecerle un sacrificio, el rencor, y antes de partir con el aliento entrecortado y la sonrisa entre los labios, una despedida solemne de seis letras: Jódete."